La latitud de un corazón
Se mese, conforme la
Edad que demuestres o
Quieras demostrar
Podrás ser pequeño
Y llorar por tus juguetes
O ser el que se muere por
Mojarse y comer
helado
O ser el padre y compartir
Con alguien el resto de la vida
O simplemente esperar el
Deceso y el llanto de todos
Los hipócritas
Pero nunca repetirán la edad
De los verdaderos enojos
La edad que reconoce
Sentimientos, la edad del
Profundo anochecer, del
Descubrir la edad que por
Mayoría todos recuerdan
O todos anhelan
Momento en el que sueñas
En el que buscas en
el que
Luchas, donde dejas
Lo racional con tal de vivir pleno
Juegas a beber, juegas a los
Papas, juegas al doctor,
Al psicólogo, al amigo
Al novio, al primer amante
La edad de la punzada es
Llamada Para los que
la
Extrañan y Quisieran volver
Sería mejor confiar en
Jamás perder ese ímpetu
Tener siempre prendida
La llama del corazón y sin
Importar la edad, sin importar
Las apariencias dejar
de temer
Y gritar fuertemente
Soy joven y siempre
lo seré